El rumor es insistente: el cristianismo se muere. No es la primera vez en la historia que unos u otros lo temen, lo piensan o lo desean. Nos hallamos ciertamente en una de las diversas encrucijadas en que la fe cristiana se ha visto obligada a modificar su manera de entenderse a sí misma y de relacionarse con el mundo y con la historia. Conviene, pues, recorrer algunos hitos fundamentales de la andadura histórica del cristianismo para extraer la lógica de sus aciertos, el desvarío de algunas de sus opciones socio-políticas y culturales y nuevas luces para afrontar los nuevos tiempos. El hundimiento d ...